A fines de diciembre realicé un viaje de perspectivas con el propósito de mirar un poco hacia adentro.
Siempre es bueno frenar, aunque estemos en un momento de vorágine, para reflexionar sobre lo que vivimos durante el año.
Todos los años son fractales de un largo camino que vamos transitando y que nos llevan hacia los lugares que necesitamos atravesar para aprender lo que haya disponible para nosotros.
Sin dudas, 2023 me volvió a mostrar algo: que la valentía que habita en cada uno de nosotros sale a la luz en los momentos en que nos exponemos a situaciones que nos sacan de nuestra zona de confort. Allí es donde empieza la vida – dicen -cuando nos enfrentamos a lo inesperado, y de la misma forma, sale de nosotros todo eso que no sabíamos que estaba ahí.
Mirar para atrás en este viaje fue volver a repasar, no solo este año, sino mis últimos cuatro años, los que hace que resido aquí, en Canet de mar, Barcelona. A propósito: qué poderoso es el mar, cuánta energía creadora y renovadora trae consigo ¡y cómo nos ayuda a fortalecernos en nuestras grandes batallas!
Creo en la importancia de repasarlas – las que fueron nuestras batallas – para lograr entender nuestro rumbo. Hacia dónde vamos, qué queremos, cómo lo vamos a lograr. Y también, qué nos está queriendo decir la Vida, que muchas veces, es lo que pasa mientras uno hace planes.
Por eso te recomiendo tomar lápiz y papel (una antigüedad) y escribir, a mano, una lista.
Mi 2023:
¿Qué proyecté?
¿Qué logros pude concretar?
¿Qué me sorprendió en el camino?
¿Qué me obligó a frenar?
¿Qué me forzó a transitar aprendizajes que no esperaba?
De aquí puedes sacar mucha información 🙂
Si no pudiste hacer el viaje a fin de año, te recomiendo hacerlo ahora, o siempre que puedas – o quieras hacerte el tiempo, siempre está en tus manos. El año nuevo solo es una bonita excusa. La naturaleza siempre ayuda a conectarnos con nuestro ser más íntimo, donde están las respuestas que buscamos.
¡Los viajes de perspectiva nos revelan información!
Para terminar, hay algo que es importante tener presente: cuando estamos enfocados, las cosas suceden. Antes o después. Puede surgir algo que nos retrase, pero tarde o temprano hay recompensa. Siempre y cuando seamos constantes y conscientes de que lo que hacemos, lo hacemos por elección propia.
Espero de corazón que te sirvan estas palabras, que hagas el viaje, que te detengas a escribir, que te tomes el tiempo para mirarte, ¡y que brilles en este 2024!
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